El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual. Se trata de un trastorno del comportamiento [] caracterizado por distracción moderada a grave, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas. El TDAH es el trastorno del desarrollo neurológico diagnosticado con mayor frecuencia en los niños, de inicio siempre en la infancia, que persiste hasta la edad adulta en un elevado porcentaje de casos y suele ocasionar un impacto muy negativo sobre múltiples áreas de funcionamiento.
Se han demostrado factores de origen hereditario (es decir, no adquiridos en el curso de la vida del individuo) en un 80 % de los casos. Diversos estudios demuestran que no hay una transmisión familiar del trastorno (a través de patrones educativos). En contraste, cabe destacar que la contribución estimada de factores no hereditarios a todos los casos de TDAH es de un 20 %.
En la historia prenatal se cita que las madres padecieron un estado de salud, en el cual estuvieron ingiriendo medicamentos, consumo de sustancias alcohólicas durante el embarazo. En la parte perinatal del embarazo, los bebés tuvieron complicaciones después del nacimiento, presentaron sufrimiento fetal (hipoxia, nacimiento con fórceps), las madres sufrieron de eclampsia, los partos duraron de 7 a 12 horas, y los bebés tuvieron un peso menor a 2 kg por gestación menor a ocho meses. En la historia postnatal, los niños son muy activos, bastante insistentes para pedir algo e inquietos al dormir.
Los
problemas del aprendizaje, son para toda
la vida. Sin embargo, los niños con problemas del aprendizaje pueden progresar mucho y se
les puede enseñar
maneras de sobrepasar el problema del
aprendizaje. Con la ayuda adecuada, los niños con problemas del aprendizaje pueden y sí aprenden con
éxito.
¿Cuáles son las Señales de un Problema
del Aprendizaje?
- Puede tener problemas en aprender el alfabeto, hacer rimar las palabras o
conectar las letras con
sus sonidos;
- Puede cometer errores al leer en voz alta, y repetir o detenerse a menudo;
- Puede no comprender lo que lee;
- Puede tener dificultades con deletrear palabras;
- Puede tener una letra desordenada o
tomar el lápiz torpemente;
- Puede luchar para expresar sus ideas por escrito;
- Puede aprender el lenguaje en forma atrasada y tener un vocabulario limitado;
- Puede tener dificultades en recordar los sonidos de las letras o escuchar pequeñas diferencias entre las
palabras;
- Puede tener dificultades en comprender bromas, historietas cómicas ilustradas,
y sarcasmo;
- Puede tener dificultades en seguir instrucciones;
- Puede pronunciar mal las palabras o usar
una palabra incorrecta que
suena similar;
- Puede tener problemas en organizar lo que él o ella desea decir o no puede
pensar en la palabra que necesita para escribir o conversar;
- Puede no seguir las reglas sociales de la conversación,
tales como tomar turnos, y puede acercarse demasiado a la persona que le escucha;
- Puede confundir los símbolos matemáticos y leer mal los
números;
- Puede no poder repetir un cuento en orden (lo que ocurrió primero,
segundo, tercero); o
- Puede no saber dónde comenzar una tarea o cómo seguir desde allí.
Si
el niño tiene problemas inesperados al aprender a leer, escribir, escuchar,
hablar, o estudiar matemáticas, entonces los maestros y los padres pueden investigar más. Lo mismo es verdad si el niño está luchando en
cualquiera de
estas destrezas. Es posible que
el niño tenga que ser evaluado para ver si tiene un problema del aprendizaje.